La forma de libertad más importante es ser lo que se es en realidad. Sacrificamos nuestra libertad por un papel y nuestros sentidos por un acto. Se abandona la habilidad de sentir, y a cambio se coloca uno una máscara. JIM MORRISON

lunes, 30 de noviembre de 2009

Algo de Extremoduro


Hay muchas cosas que de una forma u otra acompañan a uno en la vida, muchas veces sólo le sabemos el nombre y seguimos avanzando sin saber de que trata. Una de esas cosas es la banda española Extremoduro, de la cual desde hace tiempo le supe el nombre pero nunca el apellido hasta hace unos meses cuando me senté a escuchar uno de sus recopilatorios Grandes Éxitos y Fracasos: segundo episodio remasterizado y regrabado en noviembre del 2004.

Antes de eso sólo había escuchado tres canciones sueltas; la primera de ellas “So payaso” escuchada en el recopilatorio de 5 CDs Las 101 Mejores Canciones del Pop Español (1998). Y las otras dos que son las que me han puesto a dar mayor atención a la banda: “Sucede” del disco Agíla (1996) y “Standby” de Yo, minoría Absoluta (2002).


A Extremoduro lo parió Roberto Iniesta (Robe) en 1987. Grabaron su primer material discográfico en 1989 el cual llamaron Tú en tu casa, nosotros en la hoguera. Este disco comenzó a darle nombre a la banda en el mundillo “underground” del rock urbano español y fueron invitados a un programa de TV donde el sello discográfico Avispa Music se interesó en grabar su disco. A la banda no les gustó el resultado final y decidieron remezclarlo y editarlo nuevamente en el 2004 con el nombre de Rock Transgresivo.


Nací un buen día, mi madre no era virgen
no vino el rey, tampoco me importó

hago milagros, convierto el agua en vino
me resucito si me hago un canutito
.

-Jesucristo García-


Después de algunos importantes desacuerdos con Avispa Music, los Extremoduros decidieron abandonar el sello discográfico y hacer nuevo contrato con Pasión-Área Creativa con quienes grabaron su segunda producción Somos unos animales en 1991, un disco de temática y letra “social” que definió el verdadero sonido de la banda con su estilo de rock transgresivo. Se vendieron 8000 copias del disco.


En mi casa sí hay dinero
traficando barcos llenos
soy muy listo, me administro
a tu costa, soy ministro
En mi casa no hay dinero
gano poco soy minero
me la juego, día a día muero
me apalean si me que
jo
En mi casa si hay dinero
cuanto más tengo más quiero
mato y robo cuando puedo
nunca lloro, soy banquero

-La canción de los oficios- contó con la colaboración de Rosendo Mercado (voz)


Viviendo la vida loca de los excesos entre el alcohol y las drogas, Extremoduro siguió subiendo triunfante dentro del genero rockero. Teniendo problemas económicos con la disquera, deciden nuevamente cambiar de sello y se enrolan en las filas de DRO-Atlantic en 1992 y dieron a luz su tercer trabajo bautizado Deltoya. Alejado de su letra transgresiva, las composiciones de este disco están basadas en los poemas de su manager Tomás Rodríguez, Kiko y Manolo Chinato. Este disco también tuvo la colaboración del ex Rodríguez, Ariel Rot.


Se apagó el fogón, no funciona nada
¿Dónde está la luz? ¿Qué hay en tu mirada?
Me cuelgo de su pelo, me engancho de su miel,

me encuentro con mi hada, que esta loca también,
he vuelto a las andadas, he vuelto a enloquecer
lo vi escrito en la luna, luna creciente:

-Deltoya-


Después de varias peleas y disputas en la giras entre los miembros del grupo, la banda se desintegra, pero Robe no permite que Extremoduro deje de existir y arma una nueva formación con sus compañero de Los Q3 (banda paralela que tenía Rob cuando sus trabajos personales no encajaban con Extremoduro) y graban su cuarta producción en 1993, titulada ¿Dónde están mis amigos? Siguiendo la línea de Deltoya y siendo este el trabajo más personal de la nueva banda.


Y así siguió Extremoduro su andar por los escenarios españoles sin ser verdaderamente una banda famosa en su país, pero importante. En 1995 Salió a la luz su quinto trabajo Pedrá, (“un material de 1993 de media hora de música sin cortes pero muy experimental y discontinua que la discográfica se niega a editar como proyecto independiente al grupo por considerarlo demasiado arriesgado.”) en el trascurso de las giras de 1995 la banda tiene nuevas peleas entre sus miembros que provoca la casi disolución de Extremoduro.


En 1996 sale al mercado Agíla, considerado como su disco más famoso e importante con el cual Extremoduro se da a conocer llamando la atención de los medios de comunicación en toda España. Con este álbum producen su primer videoclip con el tema “So payaso”, ganador del Primer Premio de la Música en la categoría video musical. El tema “El día de la bestia” fue incluido como parte de la banda sonora del la película de Alex de la Iglesias, que lleva el mismo nombre.


"Sucede que me canso de ser hombre"

Sucede que me canso de mi piel y de mi cara
y sucede que se me ha alegrado el día ¡coño!
al ver al sol secándose, en tu ventana: tus bragas
Empiezo a solas, sigo por ti y no comprendo nada,
desato tormentas sin rechistar,
sácame algún día del corral, necesito salir.
Yo me quedé con su olor, ella me arrancó la piel,
me dijo justo al final: no quiero volverte a ver.

¡Eh, lejos de mí!
deja que corra el aire, no te quemes, va a salir el
sol.
¡Sol déjame en paz!
La luna me ilumina, en esta ruina entra la
claridad.
¿Quién quiere saber?
si estoy quemado o escondo un corazón helado y

quema mi ser.
¿Ser? No he vuelto a ser el mismo
desde que se fue
Gillespie, Zappa, Mercury, Camarón
y me siento mejor
si sé que tengo una estrellita pequeñita pero firme.

-Sucede-


A esto le siguió una serie de trabajos en los cuales destacan el directo Iros todos a tomar por culo (1997) y en 1998 Canciones prohibidas, con unas notas más cuidadas y menos crudas que las de sus trabajos anteriores a Deltoya.

Luego de varios años sin editar un nuevo disco y sin hacer conciertos, nace el album Yo, minoría Absoluta. Un trabajo que trae de regreso las raíces del grupo y su rock crudo, violento y sucio; llenando nuevamente los escenarios en toda España y regresando a Extremoduro al centro de la escena local del rock español. Más adelante editaron los recopilatorios Grandes Éxitos y Fracasos: primer y segundo episodio en el 2004.


“Que nada me interesa de alrededor

y me subo a lo más alto de la locura,

me encuentro a mi princesa hablando con la luna

echándose carreras a ver quién es más puta”.

-Puta-


A esto le pasarían seis largos años mientras Robe, descansaba y trabajaba en el nuevo material de la banda, y en el 2008 nos presentó La Ley Innata, el ultimo trabajo hasta ahora del conjunto donde muestra en despliegue mas amplio de instrumentos y variedad musical en los seis temas que componen el disco.


Extremoduro a pesar de pasar casi desapercibida o ser poco famosa en España durante casi toda su carrera y de haber tenido tantos problemas en su alineación que casi la borran del mapa, es una banda que ha sabido esperar su momento y aprovecharlo cuando ve la oportunidad de hacer algo bien y perdurable. Esperemos que sigan mandando a todos a tomar por el culo y que ninguna pedrá disminuya la firmeza de la estrellita de Robe y sigamos nosotros, los seguidores de su rock transgresivo, seguir esas canciones prohibidas.

Que las leyes innatas prevalezcan bajo los éxitos y fracasos de una ya no tan minoría absoluta.


Bibliografía: Extremoduro –Web oficial y Wikipedia.

jueves, 26 de noviembre de 2009

El Desorden de Nux en Cinema Café

El cumpleaños de Hipólito ha sido la excusa perfecta para que los muchachos de Nux y Desorden suban a los escenarios del último bastión del rock local: Cinema Café.

No estoy seguro si el atractivo de la noche era la celebración del cumpleaños numero 30 de Hipólito y el reencuentro de muchos de nosotros sus amigos del wave (parecía una reunión del antiguo AnivelDe) o volver a disfrutar de la música de Nux y Desorden, pero la noche del Viernes 20, Cinema Café se llenó con un publico que tenía una cosa en común y muy definida, pasarla fenomenal.

Desorden
abrió la cartelera de la noche con su característica actitud médalaganaría y de "mierda pa to el mundo" sobre las tablas, reviviendo un puñado de líricas que casi se nos habían olvidado y que volvimos a recordar en las rectas voces de nuestro Zack de la Rocha local y un Carlos el “Cooker” menos parlanchín y mas “puesto pa lo suyo” y poderoso sobre la tarima.


Nux los mas veteranos de la tanda lucieron bien sobre las tablas como es su costumbre aunque Daniel Dávila, aparentemente fuera de forma (según él), movilizó a los presentes con temas como “Un último beso” y “Lobo Hombre en París” que fueron los mas aclamados por los sonámbulos Súcubos, los seguidores del conjunto.
Descargando sobre el escenario toda su energía hasta la ultima gota, Nux se impuso en la jornada de esa noche. Una de las partes claves de su presentación fue la intervención de Junior Necro, que junto a Daniel interpretaron “Espectáculo de dos”.

Nux, sobrevivientes de lo que fue toda una redención del talento local de pasada generación, nos hizo pasar a todos un rato eufóricamente emocionante y de recuerdos de vividas presentaciones anteriores cuando todos les aullábamos a las noches de turbo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Recordando el Rock Dimensional

Eran las diez de la noche del miércoles 20 de marzo cuando salí del trabajo a juntarme con un grupo de amigos que había conocido en AnivelDe.com. El lugar 8 Puertas, el espectáculo Rock Dimensional, La banda Auro & CLEMT.

Llegué a la barra y pedí una pequeña. Un moreno de camiseta naranja me atendió con rapidez y cortesía. Algunos de mis compañeros también pidieron cerveza mientras que otros optaron por tomar Brugal Añejo con Coca-Cola. Auro tomó el micrófono y saludó al público, ósea a nosotros, que casi llenamos el pequeño patio de 8 puertas.

— ¡Buenas noches hermanos! Sean todos bienvenidos al Rock Dimensional. Esta noche las estrellas y el cosmos se regocijan por nuestra presencia, formando así lo que es esta Fraternidad Cósmica. Esta canción se titula “Tú lo quisiste así”.

Y seguido empezó el sonido de los instrumentos de CLEMT, la banda formada por DaFurio en el bajo, Jhonny Ozma en guitarra, Lingo en la batería y Auro Sonico en la voz. Auro era un colombiano, que seguro metía más coca que el diablo, recuerdo que pensé al verlo tan “rápido” y hablando sobre el aura, el cosmos, la hierba buena, la llama de no se que cosa y quien sabe que más vainas de esas extrañas. El tipo era un loco haciendo movimientos círquenses, parecía pájaro con ese estilo tan gay, me acordaba a Freddy Mercury, todo un showman. Cantaba bien y la música era buena pero no me interesaba mucho su filosofía y ese espectáculo mariconil, no era para tomármelo en serio al igual que muchos de los que estaban esa noche en 8 Puertas. Pasaban las canciones y yo hablaba con Master y Bigotezz que estaban junto a mí en primera fila, frente al escenario. Bebía mi Presidente cuando me llamó la atención el titulo de la próxima canción a interpretar.

—Esta canción es de un excelente rockero argentino como pocos quedan ya, su nombre es Charly García y esta es nuestra versión de “Cerca de la revolución”. —Dijo Auro frente al micrófono y la banda comenzó a tocar.

Yo estaba a gusto porque “Cerca de la revolución” es una pieza que me encanta de ese maestro del Pop rock argentino, que es Charly García. Me encontraba cantando las letras de la canción, comenzando a disfrutar del show que nos ofrecía Auro Sonico que cantaba y bailaba en el escenario con la gracia de Jim Morrison y la energía de Mick Jagger. Auro; rubito y delgado con su corte de pelo de extranjero pariguayo y esos movimientos que le daba cierto aire gay, tenía un pantalón jean blanco, muy ajustado que dibujaba los músculos de sus delgadas piernas, un t-shirt azul cielo sin mangas mostrando un tatuaje en el hombro izquierdo de lo que parecía ser un ovalo encerrando una “W” o algo parecido. Para terminar la ficha técnica de este personaje, tenía unos tenis tan plateados como los de Ace Frehley. Terminó ‘Cerca de la revolución’ y me decepcioné cuando anunció el titulo de la siguiente canción ‘La llama violeta’ que nos trasmutará. Me hubiese gustado que siguiera la misma línea del pop rock de Charly García o algo así, al ver que regresaba con la onda cósmica me retiré a la barra, desinteresado, en busca de un Brugal Carta Dorada pues ya no me apetecía tomar cerveza. Pedí mi trago y me sirvió el mismo moreno del t-shert naranja de la otra vez, atareado pero contento por el público que asistió esa noche. Alguien me preguntó.

— ¿Y estos fumaos de donde lo sacaron?

—Quién sabrá —Respondí.

Regresé al lugar donde estaba parado justamente frente al escenario, cara a cara con Auro, y fue como si él se percatase de mi poco interés en su música y sintiera que para mí, tanto show a lo hard rock en pleno 2002 ya estaba pasado y que debería darle vergüenza tanta ‘payasada cósmica’, porque cuando levanté la vista del baso acabando de beber me encontré de frente con sus ojos brillantes que miraban directo a los míos muy cerca de mí y pude sentir su aliento cuando una su voz casi irreal como si viniera de otro mundo que existiese paralelamente junto al nuestro, dijo cantando primero lento, luego violento dentro de mi cabeza.

“Orgullo, como se engrandece tu corazón terreno

que es lo mismo que tu mente absurda.

No temas, seremos iguales allá arriba”.

Y vi a Auro de pie, frente a mí. El escenario había desaparecido al igual que toda la gente y la música, todo quedó en silencio, sólo estábamos él y yo. Auro estaba inmóvil y serio como una estatua de mármol con una mano levantada a la altura de su cabeza, señalando al cielo con su dedo índice, parecía un ángel.

—“No temas, seremos iguales allá arriba”. —Volvió a decir sin mover labio alguno y me miró como si lo hiciera por largo tiempo, pero en realidad todo pasó en segundos.

—“y acércate a tu luz” —Recitó.

De la punta de su dedo índice nació una luz igual que como nace el sol cada mañana, iluminándolo todo hasta que esa luz, cegadora, no me permitió ver nada más. De repente regresó el escenario, la música y el público. Auro seguía cantando con energía. Me quedé pasmado, zombi, un escalofrió me regresó a la realidad. Sentí que una energía recorría mi cuerpo erizándome los bellos de los brazos, y puse atención a cada frase que salía de la boca de Auro Sonico, y desde ese momento no lo volví a ver payaso, ni loco, ni drogado, ni gay. Había recibido “La Llama Violeta que transmuta”, había entendido el mensaje de amor y paz que Auro & CLEMT nos quería comunicar. Y no volví a temer.